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Si solo buscas Tips, puedes tocar aquí. Se abrirá un ramillete interesante de situaciones a las que podrás sacar ventaja siguiendo las sugerencias que apliquen a cada caso. Siempre debes tener precaución. ¿Por qué?

No todos les hacen frente de igual manera a las mismas circunstancias. No todos abrigan una misma motivación. No todos tienen el mismo plano mental de la percepcion de la realidad ni el mismo concepto de lo que significa el éxito o el fracaso. Y no todos captan el sentido de una buena sugerencia ni asumen su responsabilidad por las consecuencias de sus decisiones o acciones. La percepción de la realidad y de las consecuencias de sus decisiones o acciones es individual.

Una pregunta sincera, curiosa o escrutadora indica un vacío en el entendimiento de quien la hace. Por decirlo de manera figurada, aunque su mente tiene mucha información y conocimiento, al mismo tiempo podría descubrir que está "llena de vacíos". ¡Nuevos vacíos!

Pero ¿de qué tamaño es el "vacío" que causa una interrogante? ¿Acaso el vacío tiene dimensiones? ¿Se puede hablar de un pequeño "vacío" o de un "vacío" enorme? Bueno, no podemos meter el "vacío" en una caja, ¿verdad?

Por ejemplo, los niños y adolescentes hacen preguntas. ¡M uchas preguntas y "vacíos"! Y queremos responderles a pesar de saber que las respuestas puedan ser incompletas o que vayan a crear nuevos e interesantes "vacíos" y preguntas. Felizmente la capacidad de la mente humana es asombrosamente adaptable.

¿Cómo y con qué llenaremos esos vacíos?

Según dicen, vivimos en la Era del Antropoceno, o como otros prefieren llamarla, Era Digital, Era de Cristal, Era de la Tecnología, Era de la Telecomunicación, Era de la Polarización, Era de la Incredulidad, Era de las Oportunidades, el Día del Señor... Pero hay un detalle que a muchos se les escapa: La agnotología es, por decirlo así, el arte de distorcionar la percepcion de la realidad.

Si los vacíos no se llenan con respuestas, promesas y propuestas convenientes, válidas y edificantes, la agnotología y la imaginacion toman el control, los inunda como un torrente y será más difícil reemplazarla después con respuestas correctas.

Por ejemplo, el número cero es una interpretación, representación o correspondencia matemática del vacío, es decir, de la nada o nulidad. Por decirlo así, es la ausencia de una cantidad. Si multiplicas 25 por cero, no dará 25 porque veinticinco veces "nada" siempre será "nada".

Sin embargo, entiendes que desde otro punto de vista tal vez eso no sea del todo cierto. Porque la interpretación no depende del "cero" en sí mismo, sino de dónde esté ubicado con relación a otros números.

Por ejemplo, 250 resulta de aumentar o multiplicar el 25 por cien. Entonces colocamos el "cero" a la derecha. En cambio, 025 sigue siendo 25 porque el "cero" está ubicado a la izquierda de la cifra, significando nada. El 25 se mantiene inalterado.

Los matemáticos acordaron que cuando está a la derecha aumenta la cifra por diez, pero cuando está a la izquierda vale cero. Si quieres saber más sobre el cero, puedes buscar otras interpretaciones en una enciclopedia.

Entonces, ¿sería correcto decir que "el cero no tiene valor"? No. La respuesta correcta sería: "Depende", Pero para no entrar en una discusión vacía, solemos pensar primero en su significado básico y coloquialmente decir que "el cero no vale", porque suponemos que la otra persona lo entiende así.

Eso nos puede servir para ilustrar lo que hace la agnotología. Por un lado, dice una verdad, y por otro, otra verdad. Ambas son verdades, pero puede generar confusión y distraer, dependiendo de cómo lo interpreten unos y otros. Podríamos confundir, no solo al que ignora ciertos hechos, sino a  quien no ve el cuadro completo, sobre todo, a  quien suele reaccionar sin detenerse un momento a recapacitar en las consecuencias de sus acciones.

Por ejemplo, si buscas algo en Internet, y el resultado te abre un abanico o lista de sitios web, probablemente tiendas a creer que los primeros datos de la lista son los mejores, y como resultado selecciones el primero. Pero ¿es realmente el mejor? ¿No podría ser que el algoritmo lo ubicó en primer lugar porque hubo una razón diferente para ubicarlo allí? De manera parecida funciona la agnotología.

Agnotología es la "ciencia de la desinformación, la ignorancia y la distracción masiva". No es solo desinformacion, lo que pudiera incluir el uso sutil de una verdad para socavar o desvirtuar otra verdad, o decir descaradamente una mentira para contradecir abiertamente una verdad. También promueve verdades a medias para ocultar la realidad, o para deformar la percepción de la mayoría por medio de no mostrar el cuadro completo, manipulando a su antojo lo que se conoce como "narrativa".

Por ejemplo, tal como un ternero mama la leche de su madre directamente de la ubre, la Inteligencia Artificial obtiene información de Internet. Y si la vaca es inyectada con químicos, o se alimenta de productos manipulados con químicos, la leche los pasará al ternero. Igualmente, la IA mama o se nutre, por decirlo así, de información verdadera y falsa.

Incluso retener u ocultar intencionalmente información sensible a la que se tiene derecho, es decir, algo que sea vital para aclarar un asunto, puede contribuir a una campaña de desinformación (a menos que exista una ley superior que indique lo contrario). Porque si faltan piezas en un puzzle o rompecabezas, este no se completará, porque no se verá el cuadro completo.

Por eso, silenciar, restringir o manipular una herramienta de información suele responder a un intento deliberado de ocultar, sustraer o eliminar piezas clave del puzzle a fin de contribuir a la agnotología. Funciona como el desequilibrio en el jiu jitsu. Basta un giro maestro para derribar al oponente.

En pocas palabras, el arte de engañar para ganar control o dominar es un tema de grueso calibre. Siempre ha habido una pugna cognitiva, pero hoy resulta ser mucho más descarada y emotiva. A la agnotología no le importa la lógica, pero los algoritmos se basan en cierto tipo de lógica informática.

A pesar de la avalancha de información disponible, la ignorancia se ha vuelto tan grande y extensa que hasta se miente y comete fraude abiertamente, y nadie quiere abrir los ojos. Incluso defienden al 'ladrón bueno'. Los algoritmos pueden contaminarse y equivocarse, o en todo caso, pasar por alto el sentimiento de humanidad y convertirse en jueces injustos. 

Por eso, por "ignorancia" no hago referencia necesariamente a lo que peyorativamente se considera como "ignorante", sino al hecho de que todos tenemos deficiencias o debilidades cognitivas, que ignoramos muchas cosas por falta de conocimiento, desinterés, falta de juicio o perspicacia, o quizás por inocencia, imprudencia, negligencia, descuido u otra razón.

En todas partes vemos una mezcla de gente bien informada y gente poco informada. Pero incluso entre la bien informada hay una diversidad de inteligencias. Es poco probable que alguien consiga inteligencia en toda esa diversidad. Por tanto, como en cualquier comunidad, unos son ignorantes en aquello en lo que otros no están muy informados. 

Lamentablemente, hay quienes caen presa sin darse cuenta de que se trata de una desorientación diseñada y orquestada intencionalmente con fines egoístas, generalmente para obtener lucro (más en el Glosario).

¿A qué voy con esto? A que cuando entiendes bien lo que significa una palabra, una frase o un acontecimiento, puedes ampliar tu entendimiento del asunto y sentir la seguridad de no solo obtener información, sino conocimiento y, con ello, inteligencia en dicho asunto.

Hay quienes dicen que vivimos en la "Era de la Información", debido a la explosión y exposición de datos, lo cual resultó en el descubrimiento de Internet, y después, de la Inteligencia Artificial. Pero ¿por qué entonces algunos la llaman la "Era de la Desinformación y la Duda"? ¿Y por qué no añadir: "del más avanzado cinismo y la más sofisticada hipocresía"?

Se dice que el conocimiento es poder. Pero ¿acaso el poder no puede usarse de forma egoísta y coadyuvar a que, a la corta o larga, uno termine bajo las patas de los caballos, es decir, que muera aplastado por su propio ego?

Es cierto que la inteligencia es un "selector de la mejor opción". Pero ¿quién juzga entre lo que es pragmático y antipragmático? ¿No juzga el egoísta entre lo que le conviene y lo que no? Al final, todo termina en otro enfrentamiento fratricida. Y al final de los finales ¿acaso importa quién ganará dentro de catorcemil millones de años? El egoísmo sólo conoce sus fronteras en el clímax, o sea, al encarar su propia autodestrucción.

De esa manera, un supuesto poder puede convertirse en un poder engañoso si no se usa correctamente. Y siendo que la oratoria es un aspecto de la educación, la cual, a su vez, es una herramienta y palanca del progreso, debemos tener mucho cuidado, tanto al prepararnos para dar un discurso como al prestar atención a lo que dicen otros oradores en sus discursos.

Preguntar y responder es un sistema natural que siempre hemos utilizado los seres humanos para desempeñarnos cada vez más eficazmente. Lo hemos hecho día tras día, año tras año, siglo tras siglo, milenio tras milenio y Era tras Era. ¡Pasamos todo el tiempo preguntando algo!

Por eso, si tienes preguntas, ¡excelente! Pero debes saber que, aparte de buscar respuestas acertadas, también debes extremar tu precaución antes de responder las preguntas de tus oyentes cuando hables ante un auditorio, a fin de no contribuir a la agnotología sin darte cuenta.

Recuerda esto: A la agnotología no le importa tu lógica. Por eso, entender lo que significan las palabras y usar correctamente el conocimiento es parte esencial del arte de hablar en público, y con mucha más razón, del arte de vivir.

Como puedes ver, te conviene entender el significado de las palabras y aprender a usar correctamente tu conocimiento. Estudiar la etimología y el sentido de lo que se dice debe formar parte esencial del arte de hablar debido a que muchos usan sus conocimientos como un arma de doble filo.

Cuanto mejor entiendas como usar las palabra, más protección sentirás al momento de escuchar o responder. Por eso debes permanecer alerta para procurar evitar las trampas de quienes se dedican a engañar con fines egoístas, para confundir, sesgar, desorientar, erosionar la confianza, sembrar discordia, desestabilizar, desprestigiar, condicionar, manipular, victimizar y hasta paralizar el pensamiento sensato, la inteligencia natural, la lógica, el pragmatismo, el libre albedrío y la libertad de expresión.

La agnotología ha engullido hasta al más creído de todos, y no es un simple recurso propagandístico o publicitario, sino un arma que se ha usado desde tiempos inmemoriales. La diferencia con nuestros tiempos consiste en su reconocimiento y estudio formal como ciencia.

Vivimos en tiempos de confusión respecto a los conceptos y valores fundamentales. No se trata de una confusión natural o instintiva, sino de una confusión intencionada. Sobre todo si el que confunde miente, abusa, roba o sorprende con falsedades, echando la culpa a la víctima diciendo: "Si te dejas engañar, es tu problema", argumento que también es parte de su propia agnotología.

No confundamos el término. "Confundir" significa fundir, mezclar, revolver o desordenar un concepto quitándole o retirándole los límites para que no se vea con claridad dónde comienza y termina. Confundir incapacita 
para no que resulte difícil definir, discernir o comprender un asunto. Es semejante a derramar, desparramar o derretir algo. Un pisoteo a la lógica simple.

El uso indiscriminado de la duda y la prevención de información como arma de manipulación, ha puesto de cabeza el tablero de la verdad en todas partes del mundo. Lo vemos en las noticias, pero no lo "vemos".

Claro, no neguemos que a veces surgen dudas intelectuales genuinas, así como dudas emocionales basadas en el temor o la ignorancia absoluta de un asunto. Pero igualmente uno se pregunta: "¿A quién creerle?", "¿Qué es legítimo?" o "¿Quién se beneficia?".

Por ejemplo, una persona es arrestada por las autoridades por cometer un delito, pero insiste no haber hecho nada malo, porque su concepto del bien y mal están distorsionados. Su lógica se ha trastornado y supone que le creerán si alega inocencia. Lo pescan en flagrancia, pero dice: "No hice nada".

Quizas cree que no cometió ningún delito, pero no se enteró de que hay nuevas leyes y reglamentos que fueron modificados para alcanzar nuevos objetivos. Una vez distorsionandos los conceptos se coadyuva a la confusión y al desorden. ¿Nunca viste una flecha que señalaba en un sentido, pero más adelante estaba al revés? ¿O viste el nombre de una calle, y cuando llegaste al final, tenía otro nombre? Algo así.br />
Por conveniencia, algunos tal vez digan que sería mejor no adquirir más conocimiento sobre cierto tema porque generará más dudas que cuando uno tenía menos conocimiento, y que por tanto, no vale la pena continuar estudiando.

Pero el que uno adquiera más conocimiento y luego surjan dudas no significa que las dudas constituyan el final del camino hacia la epignosis [conocimiento exacto]. Es solo natural que unos se desalienten y estanquen en la duda, pero los más competentes continuarán investigando hasta ver dónde comienza y termina la madeja del bien y el mal, resolviendo sus dudas.

Por tanto, las dudas no tienen por qué ser el final de tu estudio e investigación, ni el estudio y la investigación tienen por qué ser el final de tus dudas. Es solo parte del desarrollo hacia la madurez de la inteligencia humana.

No permitas que una capa de duda o mentira arraigue en tu mente y te haga bailar al ritmo del fracaso, o que parezca una cueva lo que en realidad es un túnel cuya salida está al otro lado. Procura validar todo para no tambalear. No digo que llegues al agnosticismo, pero es muy importantes que procedas con seguridad, no con duda.

Resumiendo, la agnotología es "la ciencia del engaño con provecho egoísta". Es el arte de causar daño intencional, desorientación, desunión o desorganización para sacar un provecho egoísta. Y cumple su propósito aunque solo desvíe o desestabilice un poco los conceptos, porque así abre una brecha que seguirá ampliándose por sí misma, dando cabida a más mentira y manipulación.

Pero no entiendas que todo engaño tiene un propósito egoísta. Por ejemplo, un padre quizas se vea obligado a engañar a su niño usando una estratagema, diciéndole que toda la familia irá a un parque muy bonito para jugar. Pero no le dice que es un lugar para acampar que queda a tres horas por las montañas porque no quiere que le dé una pataleta cada 10 minutos por estar encerrado en el automóvil. Eso no es agnotología.

A veces es vital corregir o reordenar la percepción de otra persona teniendo en cuenta su beneficio y ventaja a fin de capacitarla para que después acoja un conocimiento mucho más profundo, complicado o dificil de asimilar. A veces, la verdad se vuelve inalcanzable en la mente de la mayoría y hay que brindarle la información con cierta estrategia. Pero eso nada tendría que ver con la definición que se da a la agnotología, que hunde sus raíces en el egoísmo, no en el altruismo.

Por eso te sugiero enfáticamente no perder tiempo ni energía cayendo en la tentación de usar agnotología, desinformación, confusión, engaño ni discursos Orwellianos en tu oratoria. Porque si los usas, quizá termines garantizando tu derrota a corto o largo plazo.

También puedes ahondar el tema investigando sobre el llamado "Control Reflexivo" o el "Punto Neurálgico" de la seccion "IA" del Índex. Te ayudará a protegerte del engaño y a estar más alerta ante la manipulación de tu percepción, que fácilmente sorprende a incautos e inexpertos. 

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