¿Tienes mucha experiencia en oratoria y piensas que no necesitas más? ¡Mis más sinceras felicitaciones por tu progreso y contribucion a la sociedad! Aun así, te aseguro que aquí encontrarás algunos artículos interesantes que potenciarán tu eficiencia.
Porque doy por sentado que crees que siempre puedes superarte, ¿verdad? A todo orador competente le encanta descubrir detalles y superar su mejor marca. Si no para desarrollar más ni adquirir más experiencia, para compartirlo con sus auditorios. De otro modo, no habrías sentido la curiosidad de leer esto, ¿verdad?
Solo te sugiero no inflar e inflar e inflar el globo de tu ego, porque llegaría indefectiblemente el momento en que revienta, ya seas un orador, docente, gobernante o dios.
Claro, reconozco que algunas de mis sugerencias te parecerán prácticas y que otras hasta quizá te disgusten, o tal vez te cueste entenderlas; y aún otras, probablemente quieras rebatirlas y usarlas como objeto de risa. Pero si ese fuera el caso, no te incomodes. Es una reacción normal. Todo enfoque, punto de vista, criterio, procedimiento, perspectiva y motivación, y el concepto sobre el éxito y el fracaso son tan variados como las personas.
Si eres instructor de oratoria, te animo a tocar aquí para mostrarte un cuadro sinóptico que enfoca la lógica de mi método desde el ángulo de un instructor. Es solo para tu reflexión, no para usarlo con tus estudiantes.
Y si en algún momento pensaste que quizás no hiciste ciertas cosas tan eficazmente como hubieras querido, solo concédeme el beneficio de la duda, pon a prueba cada técnica por separado, y poco a poco prueba sus efectos positivos con tus auditorios o con tus estudiantes. Notarás la diferencia.
Vamos, elige una técnica, nada más. Estúdiala a fondo y ponla a prueba a conciencia. Luego, analiza su efecto pragmáticamente y decide si te conviene pasar a otra. Después de todo, ¡es gratis!