Mente Maestra

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MENTE MAESTRA. La definición de Mente Maestra [en inglés Master Mind], que comúnmente ofrecen algunos diccionarios y enciclopedias, es: "Persona que está detrás de un gran plan, invento o proyecto". 

Muchos han adoptado ese término para producir otras definiciones, tales como las relacionadas con la agilidad mental, los tests de inteligencia y pruebas difíciles. Pero si nos remontamos al origen del término, en realidad el concepto encierra mucho más que eso. 

La Mente Maestra no es una persona

La Mente Maestra no es una persona, sino un efecto sinérgico producido por las mentes de varias personas que armonizan en todo sentido, entendiéndose por armonía el equilibrio de entendimiento en un ambiente de paz y concordia.

No debe confundirse con el concepto de ciencia ficción "mente colmena" ni debe usarse la "mente colmena" en sentido figurado para ilustrar la Mente Maestra, puesto que hay muchas diferencias entre ambas.

Aunque instintiva y altamente eficientes, y se pueden obtener muchas lecciones observándola, en la "mente colmena" los individuos no cuentan ni tienen conciencia. El afán por el consenso termina engullendo la expresión libre. En cambio, para la Mente Maestra cada miembro es muy importante y está consciente de lo que hacen los otros.

A pesar de que pudiera ocurrir que los individuos no concuerden en todo detalle o aspecto relacionado con cierto propósito o procedimiento (lo cual se consideraría natural porque cada persona es diferente y aporta de manera diferente), es fundamental, esencial y hasta trascendental que concuerdan en lo más importante, en lo que mantiene unido el conjunto, lo que sostiene la estructura, a fin de manerla productiva y dinámica.

La Mente Maestra no es un individuo. El verdadero concepto de Mente Maestra, fue descrito magistralmente por Napoleon Hill (1883-1970) por encargo del famoso potentado del acero Andrew Carnegie (1835-1919).

Consiste en la convocatoria de dos o más personas que armonizan en cuanto a propósito y objetivo para generar un efecto potenciado por la suma o multiplicación de las ideas (o mentalidad) de todos, de modo que surjan proposiciones, teorías, interpretaciones váĺidas, enfoques, hipótesis, respuestas, planes y/o lo que quizás no habrían descubierto individualmente.

No debe confundirse con brainstorming, concepto que consiste en pedir a todos los miembros de un grupo que aporten todas las ideas que se les ocurra. La Mente Maestra puede o no servirse del brainstorming, pero, como vimos, es mucho más que eso.

El brainstorming puede resultar en una contribución a veces desordenada, tal vez alocada y hasta arriesgadamente temeraria, que rebasa los límites más externos del saber, pero es solo por probar o experimentar, a ver qué resulta de ello.

La Mente Maestra en cambio procura una sinergia que armonice en cuanto a propósito y objetivo, manteniendo un hilo conductor que impide que todos se vayan por las ramas, ya sea por diversión o por un simple afán natural de explorar lo desconocido. 

Nadie quiere desperdiciar energía ni tiempo alejándose del objetivo. Por eso, la Mente Maestra no está compuesta por personas inteligentes que simplemente aporten ideas (por muy brillantes que parezcan). 

Tampoco resulta automáticamente de la simple cohesión de socios que se suman a una empresa porque tienen dinero suficiente para adquirir acciones que les confieren voz y voto en las grandes decisiones. El dinero no hace a nadie automáticamente inteligente ni sabio, ¿verdad?

La Mente Maestra se forma a partir de un grupo exclusivo de dos o más personas. Es un grupo selecto y permanente, escogido por un director que previamente verifica que cada miembro armonice en cuanto a virtudes y principios fundamentales. Si uno se retira, otro puede reemplazarlo.

En otras palabras, el fundador o director convoca a personas idóneas, a tantas como juzga conveniente, con el propósito consciente y exclusivo de formar una Mente Maestra. Pero después de formada, se aviene a las decisiones de esta como miembro del grupo.

Por ejemplo, una banda de música podría producir una Mente Maestra dependiendo de si todos sus miembros se rigen por los mismos ideales, objetivos y métodos.

The Beatles fue un ejemplo de Mente Maestra, la cual incluyó a otros que también participaron en las decisiones. Pero tan pronto como comenzaron a surgir serias desavenecias sobre sus ideales, objetivos y métodos, comenzó su deterioro. Solo fue cuestión de tiempo hasta que llegaron a una ruptura.

No puede existir una Mente Maestra con uno o más miembros que no concuerden con los mismos ideales, objetivos y principios. Si los miembros beligerantes no se apartan, solo es cuestión de tiempo para que todo se agriete y deje de funcionar (si es que no causa un descalabro).

Una organización eficiente pasa la prueba del pragmatismo y se mantiene sólida a pesar de los cambios, ataques y burlas. La figura muestra 7 mentes aunque solo hay 6 personas. ¿Por qué? Porque la Mente Maestra es como si fuera una séptima mente. 

No se trata de una persona ni de una mente, sino del efecto, resultado o amalgama del aporte de las inteligencias individuales, que son lo que da forma a una gran mente, o mejor dicho, al concepto de Mente Maestra.

Tres mentes individuales dan lugar a una cuarta (símbólica), y si fueran cuatro, darían lugar a una quinta (simbólica), y así sucesivamente. Si muere uno, se lo reemplaza. Si mueren todos, la buena sinergia de sus sabias decisiones dejará un legado de éxito a largo plazo.

Si alguna vez oíste la frase "dos piensan mejor que uno", te dará una idea. Pero en realidad es más que eso. La verdad es que "dos piensan como tres". En el caso que estamos tratando, es la Mente Maestra. ¡Y aún es mucho más que eso!

Ilustrémoslo con una interpretación simple de: A+B=C en la que "C" no es "A" ni "B", sino el producto, consecuencia, resultado o efecto del concepto.

"A" y "B" representan las mentes de dos personas, pero "C" es la suma o efecto causado por la interacción de A y B (si no se hubieran juntado [AxB, A-B o A/B]  no hubiesen producido "C"). Es solo un ejemplo

La Mente Maestra no es un grupo de personas

Por lo tanto, la Mente Maestra no es una persona ni un grupo, sino una sinergia (o efecto de efectos) que resulta de la armonía de todos sus miembros.

Si el grupo tuviera diez miembros, la Mente Maestra sería considerada figuradamente como el miembro número once.

El efecto de la suma de las partes podría resultar mejor o superior al efecto que produciría individualmente uno de sus miembros. Por eso los miembros individuales respetan lo que esta representa. 

En otras palabras, el liderazgo finalmente no recae en ninguno de los individuos o miembros, sino en el efecto que producen juntos al pensar de acuerdo. Todos se avienen como individuos al estar de acuerdo con el efecto o Mente Maestra.

¿Podría formarse una Mente Maestra con 100, 1000 o más personas? Teóricamente, sí. Siempre que todos armonicen en cuanto a propósito, procedimientos, cualidades y objetivos. Si se mutilara, coartara o reprimiera a un segmento o grupo, los demás podrían continuar desarrollando proyectos y actividades con base en el propósito, procedimiento, cualidades y objetivos. 

En tal caso, cada sub grupo sigue comprometido por conciencia y acostumbrado o condicionado a trabajar en armonía y de consuno. Aunque las decisiones variaran, sería una mitosis de la Mente Maestra original (esto lo digo nada más como una ilustración).

Generalmente, la Mente Maestra está formada por un grupo reducido o selecto, que es la forma ideal. Los demás (cuantos fueran) emularían el mismo patrón en subniveles, con cierta medida de autonomía.

Solo para efectos de esta explicación, propondría como figura retórica las franquicias comerciales, en las que cada agencia, sucursal o punto de venta goza de cierto grado de autonomía, pero sujeto por contrato al compromiso de seguir la línea administrativa de los propietarios [o Mente Maestra] de la franquicia.

(Una salvedad: La Mente Maestra no tiene nada que ver con espiritismo, yoga, caos ni anarquía y no envuelve ningún misterio ni filosofía extraña. Es transparente y su concepto fue ampliamente divulgado por Napoleon Hill.

Y aunque siempre se atribuyó a Andrew Carnegie el concepto de Mente Maestra como un procedimiento empresarial para producir las mejores decisiones y resultados mediante convocar a personas experimentadas cuya mentalidad armonizara plenamente en cuanto a propósito y objetivo, en realidad, no se trata de un procedimiento tan reciente. 

El concepto más temprano de que se tiene registro acerca de la administración eficaz de una organización inmensa puede rastrearse hasta los tiempos de Moisés, y más tardíamente, a los días de Jesús y sus apóstoles. (Éxodo 18:20-23; Juan 17:20-23; 1 Corintios 1:10) 

La Mente Maestra es una sinergia

Por lo expuesto, que quede claro que el concepto original de Mente Maestra descrito por Hill no se refiere a una persona en particular ni a un grupo de personas, mucho menos a una entidad espiritista. 

Mente Maestra fue un simbolismo que se le ocurrió a Andrew Carnegie para referirse a la sinergia (o "efecto de efectos") producida por las deducciones a las que podían llegar varias personas que seguían el procedimiento eficiente de armonizar entre sí en cuanto a motivo y métodos, basados en un protocolo. (ver SINERGIA).


Pero el concepto de unión no lo inventó Carnegie, tal como nadie inventó las matemáticas, el tiempo ni las leyes físicas. Simplemente lo descubrió o discernió y le dio el título enigmático que le agradó: Mente Maestra.

La mejor manera de comprobar la eficiencia de cualquier Mente Maestra es mediante el pragmatismo. Y la más impresionante de sus manifestaciones se observa cuando trasciende las eras, la adversidad y los intentos de desaparecerla, volviéndose más y más firme, fuerte y eficiente.

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